Vivienda modernista

# Barcelona inside

Reforma integral de vivienda en piso modernista.

Barcelona

Nuestros clientes viajan constantemente alrededor del mundo y necesitaban que el proyecto les transmitiese la identidad de Barcelona. Analizamos qué conceptos afines a su personalidad emanaban de la ciudad para incorporarlos, sin caer en tópicos. El piso no conservaba demasiados elementos originales y el reto era potenciar lo que quedaba original superpuesto a una nueva historia.

 

PROMOTOR:

privado. 2015-2018.

  • El cliente viajaba constantemente alrededor del mundo y nos pidió que el proyecto le dijese que estaba en Barcelona al levantarse cada mañana: necesitaba que la ciudad entrase en la casa y la inundase de su luz y su ambiente.

     

    Analizamos qué conceptos emanaban de la ciudad para representarla sin caer en tópicos: los interiores del Modernismo, los colores de los árboles, la geometría del Eixample, el valor del diseño catalán contemporáneo…

     

    El piso apenas conservaba elementos originales en su interior y requería de un ejercicio de interpretación por nuestra parte para no caer en la reproducción vacía de molduras y cornisas. Si no estaba antes, no iba a estar después… y debíamos contar una nueva historia.

     

    Para ver el Eixample, tan sólo era necesario abrir las ventanas, porque la especial ubicación en Rambla de Catalunya lo tenía todo. Por ese motivo propusimos el uso del latón de un modo sutil, material muy utilizado en el Modernismo y que daba unos reflejos a modo de espejo usado como revestimiento.

  • El mobiliario incorpora la interpretación de la naturaleza en el proyecto, leído desde un punto de vista contemporáneo, de la misma forma que el modernismo incorporó los elementos vegetales como ornamentos en las artes decorativas.

    Para matizar la luz propusimos una segunda piel, bien de costillas de madera, bien a modo de celosía en trencadís, que permitía dar continuidad a los revestimientos de las paredes en todas las estancias. Se escogió la madera en tonos rojizos como la usada en la ebanistería modernista, mosaico hidráulico colocado de un modo neutro y continuo en tonos grises como los troncos de los plataneros, azulejos blancos en los baños…

    En la versión final ganaron las costillas de madera, quizás porque es un lenguaje que ya habíamos utilizado en el proyecto de Sant Pau y ofrecía una versión más tranquila y acogedora, y se limitó el uso del latón a elementos puntuales.

    Asimismo, decidimos incorporar clásicos del diseño industrial catalán.

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